domingo, 26 de mayo de 2013

89th step

Estoy agotado, eso para empezar... ha sido un fin de semana frenético con momentos de extrema calma para que seguido explotemos en actividad. Si fuera mas constante tal vez aguantaría más pero parece que nadie en este mundo sabe ordenar sus ¿prioridades podríamos llamarlo?

Sin embargo llevo horas despierto pensando en ti, en que escribirte, ya que estos días estoy especialmente sensible ante el factor de que va a pasar un pequeño tiempo sin verte.

Está bien, tengo cierta melancolía al saber que va a llegar el fin de semana y no pueda verte. ¿Y por que me fastidia tanto? Pues porque es algo que he impuesto yo mismo, necesito centrarme y evitar todo lo que pueda suponer algo de diversión ya que no puedo permitirme entretenerme.

Lo digo de esta manera en vez de "quiero evitar distracciones" ¿Desde cuando el motivo por el que hago esto es una distracción?

Sabes que desde hace mas o menos un mes me he dado cuenta de que importo en ciertos ámbitos menos de lo que parece ya que, si todos tienen consciencia de lo mal que me tratan y en todos mis años de vida no se han molestado en defenderme... Duele, porque yo siempre pensaba que tendrían alguna razón para hacerlo o que quizás yo era el problema y por eso dar las menores molestias posibles. Gran error.

Solo he conseguido parecer mas débil, como si no lo fuera ya de serie... Y claro, todo lo malo de tu vida lo puedes arreglar amargando a otro más. Poniéndolo en un sentido metafórico es como si todos nadáramos en un gran mar y para salir a flote lo sencillo es empujar al que puedas hacia abajo.

Me estoy ahogando meine liebe... cada minuto que paso aquí me ahogo mas. A estas alturas pienso que ya me han salido branquias.

Y si es cierto que en un principio lo hice por ellos, para demostrarles que no soy idiota... pero ya comprobado que incluso personas que no están bajo nuestro mismo techo y nos ven de pascuas a ramos se han dado cuenta antes que yo. Pero... ¿sabes que es lo curioso? Que no lloro todo lo que sería normal. De vez en cuando es cierto que suelto un par de lágrimas e incluso no puedo reprimirlas cuando estoy a tu lado y pretendo disimular respirando profundo y preguntando por ti. No es complicado saber el porqué.

Antes de terminar con un texto deprimente me doy un pequeño dolor de cabeza por guardármelo una vez más prefiero explicar el motivo de por que no me he tirado por la ventana aun.

No es lo mismo hacer las cosas por uno mismo que por otra persona, y desde luego no tiene comparación hacerlo por alguien a quien no le importa que hacerlo por alguien que se que me quiere. Y es que contigo tengo esa seguridad, no hace falta dudar o preguntarlo, claro que se que me quieres, es... no se, un sentido extraño que me hace notarlo.

Por ello siempre procuro esforzarme en no ser una molestia y hacerte sentir pues... lo que eres, la persona mas especial del mundo. Aprecio cada instante que estoy contigo, cada palabra, cada mirada, cada burrada que dices para sonrojarme y darme ganas de callarte porque me da una tremenda vergüenza.

Tienes una muy fea costumbre el día después de hacer el amor.

Así te lo digo.

Pero aun así lo aprecio, porque en el fondo me hace reírme de mi propia persona y no hay nada de malo en ello. Siento ocultarte tantas cosas, de verdad... no se me da bien terminar una vez que he empezado y dejo mis conversaciones a medias, tengo la sensación de que te abrumo con todas mis tonterías ¿Y si te cansas de mi?

Los mismos miedos que tu tienes los tengo yo...

Debería de dormir.

lunes, 13 de mayo de 2013

88th Step

Durante estos días me he tenido que esconder de quien realmente soy, lo que de verdad me gusta y mis actuales preferencias fingiendo a duras penas ser alguien común para pasar desapercibido... y he sentido como si te hubiera traicionado por hacerlo.

No me avergüenzo de quererte por mucho que me puedan y me juzgaron en un pasado no muy lejano, pero en los tiempos que corren, donde la falsedad se puede incluso masticar es peligroso gritarle al mundo que estoy enamorado de ti.

Si, somos todos muy modernos y todo eso pero no perdemos la oportunidad de señalar a dos chicos que se quieren y decirle a tu amigo que tienes al lado "mira esos dos maricones". Muchos padres observan homosexuales por la televisión saliendo del armario en pleno Diario de Patricia comentando "que bonito, no me importaría tener un hijo gay" y tu, viendo una probabilidad para abrirte ante tus progenitores cometes el error de abrir la boca e, inmediatamente reniegan de tu existencia entre lágrimas, gritos de no puede ser y el clásico "¿Que te hemos hecho nosotros a ti para que salgas así?"

Si la metáfora del armario fuera cierta sería como si hubiera tomado una de esas galletas de el país de las maravillas que dicen eat me y mis brazos, piernas y cabeza sobresalieran al igual que Alicia en la casa del conejo blanco. No puedo seguir ahí porque es incómodo, pero no puedo salir a perseguir a ese hermoso animal de suave pelaje porque, a diferencia de aquella niña yo tengo miedo a lo que hay fuera.

En el caso de que yo hubiera protagonizado ese cuento habría sido francamente aburrido.

Me tiembla la mandíbula y todo mi cuerpo al pensar en una sola palabra que puedan decir en mi contra, que a lo mejor no es nada, que ya lo sabrían o lo supondrían pero mi instinto me dice que no va a salir bien. Si en algún momento he de combatir lo inteligente sería tener provistas algunas vías de escape.

Y mientras tanto nuestra historia sigue adelante, aún escondiendo nuestros sentimientos o soltando nuestras manos en ciertos lugares, camuflando te quieros por otras palabras confiando en la ignorancia de la gente, tapando la boca ajena para que nadie sepa que dormimos juntos y evadiendo otras muchas muestras de cariño...

Como si tuviera que sentir vergüenza por lo que siento... pero de lo que realmente la tengo es de ocultar como soy, por que siento como si de un modo aislado estoy fallándote.

Me niego a perderte aun con malas miradas de quienes no nos soportan darnos un beso y se cambian de vagón en la siguiente estación. No puedo cambiar el mundo por lo que no voy a pedir que se acostumbren, pero en esta vida hay cosas que nos agradan y otras que nos disgustan y generalmente terminamos ignorándolas.

Por favor, ignorad esto... No tiene que ver con vosotros.