lunes, 13 de mayo de 2013

88th Step

Durante estos días me he tenido que esconder de quien realmente soy, lo que de verdad me gusta y mis actuales preferencias fingiendo a duras penas ser alguien común para pasar desapercibido... y he sentido como si te hubiera traicionado por hacerlo.

No me avergüenzo de quererte por mucho que me puedan y me juzgaron en un pasado no muy lejano, pero en los tiempos que corren, donde la falsedad se puede incluso masticar es peligroso gritarle al mundo que estoy enamorado de ti.

Si, somos todos muy modernos y todo eso pero no perdemos la oportunidad de señalar a dos chicos que se quieren y decirle a tu amigo que tienes al lado "mira esos dos maricones". Muchos padres observan homosexuales por la televisión saliendo del armario en pleno Diario de Patricia comentando "que bonito, no me importaría tener un hijo gay" y tu, viendo una probabilidad para abrirte ante tus progenitores cometes el error de abrir la boca e, inmediatamente reniegan de tu existencia entre lágrimas, gritos de no puede ser y el clásico "¿Que te hemos hecho nosotros a ti para que salgas así?"

Si la metáfora del armario fuera cierta sería como si hubiera tomado una de esas galletas de el país de las maravillas que dicen eat me y mis brazos, piernas y cabeza sobresalieran al igual que Alicia en la casa del conejo blanco. No puedo seguir ahí porque es incómodo, pero no puedo salir a perseguir a ese hermoso animal de suave pelaje porque, a diferencia de aquella niña yo tengo miedo a lo que hay fuera.

En el caso de que yo hubiera protagonizado ese cuento habría sido francamente aburrido.

Me tiembla la mandíbula y todo mi cuerpo al pensar en una sola palabra que puedan decir en mi contra, que a lo mejor no es nada, que ya lo sabrían o lo supondrían pero mi instinto me dice que no va a salir bien. Si en algún momento he de combatir lo inteligente sería tener provistas algunas vías de escape.

Y mientras tanto nuestra historia sigue adelante, aún escondiendo nuestros sentimientos o soltando nuestras manos en ciertos lugares, camuflando te quieros por otras palabras confiando en la ignorancia de la gente, tapando la boca ajena para que nadie sepa que dormimos juntos y evadiendo otras muchas muestras de cariño...

Como si tuviera que sentir vergüenza por lo que siento... pero de lo que realmente la tengo es de ocultar como soy, por que siento como si de un modo aislado estoy fallándote.

Me niego a perderte aun con malas miradas de quienes no nos soportan darnos un beso y se cambian de vagón en la siguiente estación. No puedo cambiar el mundo por lo que no voy a pedir que se acostumbren, pero en esta vida hay cosas que nos agradan y otras que nos disgustan y generalmente terminamos ignorándolas.

Por favor, ignorad esto... No tiene que ver con vosotros.

0 clouds:

Publicar un comentario