Y fuera de ese ámbito seguí a tu lado, escuchando la misma historia una y otra vez, preguntándome por que diantres no podías vivir dejándola atrás, concienciándome de lo enorme que era esa espina clavada en lo mas profundo de tu ser. Entonces traté de ayudar como un necio.
Por que no ha servido para absolutamente nada.
Todo mi trabajo... infravalorado por tus palabras. Todas las escuchas, las conversaciones, las eternas noches... No ha servido de nada ya que tu sigues igual y yo me he cansado de dar sin recibir nada a cambio salvo el amargo sentimiento de perder el tiempo.
Y tras la búsqueda de mi propia felicidad me vi influenciado por nuevas ideas que no distaban apenas de la realidad... Porque yo estuve ahí pero ¿Cuándo estuviste tu por mi en los momentos mas amargos de la mía? ¿Acaso tu fuiste el único ser humano concebido para tener problemas? ¿Que no tenemos el resto malos momentos o que?
Los tenemos, mejores o peores pero ahí están.
No deberías pedirle a alguien dar más de lo que tu has dado en la vida cuando yo no he tenido ni el permiso de abrir la boca una sola vez. Guardar y guardar como si tuviera mas espacio del que me creo... y así es, ya no cabe más y tengo que soltarlo todo. Solo aquel que pueda quedarse a mi lado tras liberarme de todo mi lastre podrá considerarse digno de estar a mi lado.
Pensaba que tu seguirías junto a mi después de todo lo que te he defendido, todo lo que te he apoyado, lo que he aguantado, escuchado... Pero me has demostrado que eres justo como todos me decían, un egoísta con un curioso síndrome de diógenes con la mierda ajena. Parece que te encanta recolectarla toda para regodearte en ella, solo.
Poniéndole una cara a uno para que después despotriques sobre esa persona delante de mi y haciendo lo mismo cuando yo me he dado la vuelta. Nada tenía que haber cambiado después de mi reciente descubrimiento pero tu quisiste que fuera así por razones que tan solo tu conoces y que yo, directamente ignoro.
Por que no volveré a preocuparme por alguien a quien no le he importado, quien ha ante-puesto una dichosa afición sobre todo lo demás. Si desde siempre hemos tenido una base tan débil no me extraña que se desgastara con el tiempo. Y en vez de hablarlo decides lanzar piedras a la nada detrás de un muro, diciendo que no eres tu quien lo haces pero te he visto la mano, la reconozco, se que eres tu y que, aunque apuntes con pobreza, van por mi.
E irán unas cuantas cuando leas esto.
Pero me importaría mas si estuviera sola, no es el caso. No es que sea un caballero con su espada, su escudo y su brillante armadura pero me cuida, que es lo que necesito. Y aunque nos cuesta tenemos nuestro equilibrio de hablar y escuchar.
Por lo único que debería de estarte agradecido es que gracias a ti he encontrado lo que buscaba durante tantos años. Pero en otros aspectos me has decepcionado como nunca creía que harías. Tal vez mis expectativas eran muy altas o que no hemos sabido reaccionar.
No se puede hacer nada, no estoy dispuesto a hacerlo.
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