Me gustaría conocer esa clase de detalles antes de enterarme de ese modo... no se, tener una charla sin necesidad de estar ebrios los dos.
Normalmente soy yo quien te hablo y después me disculpo por tener que malgastar una cita contándote lo irritado que estoy por ciertos asuntos mientras que permaneces escuchándome.
Me siento un tanto egoísta porque pienso que no te he dado la oportunidad de decir la mas mínima palabra cuando yo quiero escucharte, me interesa todo lo que tienes que decirme por muy absurdo que sea, pues me siento alguien útil para ti.
O es que tengo complejo de inferioridad constante o siempre te he visto una persona mejor que la mía, mas inteligente, con mas cultura, menos... idiota.
No creo que te equivocaras tantas veces como yo.
Y aun con esas no quieres verlo o no te das cuenta del valor tan alto que tienes mires por donde lo mires. Me tienes totalmente enganchado porque quiero saberlo todo de ti, que piensas ante tal asunto, como reaccionarías en cualquier situación ¡Todo!
Quien ha tenido el atrevimiento de reemplazarte es que no necesitaba saber de ti, pues, para tener un perro más ¿Para que saber sus inquietudes? Lo importante es que sea fiel a lo que le conviene. Soy inmensamente feliz por ver que has tenido la capacidad de abrir los ojos y lo has hecho por ti misma, y no, no ha sido demasiado tarde, ha sido en el mejor momento posible.
No quiero que nadie te haga dejar de sonreír, ven a mi lado si eso sucede. Yo te protegeré de todo lo que te puede hacer daño, pues un golpe más o uno menos puedo ser capaz de soportar... De todos modos esto es culpa mía, pero me da igual, te tengo a mi lado y eso me vale para poder recomponerme a cada amago.
De la misma manera que tu me tienes y me tendrás.
El paso 50 está oculto hasta que aprenda a contar. Y... créeme, hablaremos de esto, pero no de blog en blog, sino en nuestra próxima cita.
0 clouds:
Publicar un comentario