Hablando un poco sobre sentimientos, si tuviera que describir con aspectos físicos para que alguien me entendiera... el estar contigo podría decirse que es un calor en mi pecho que llega a ser acogedor, pero al tenerte lejos de mi esa llama se intensifica hasta consumirme por dentro.
Quema... y duele por la impaciencia de abrir mi cuenta bancaria solo para agachar la cabeza, suspirar con tristeza y percatarme de que no puedo verte todo lo que me gustaría. Estamos cerca y lejos al mismo tiempo, el terreno ha sido distribuido de tal manera que es fastidioso.
¿Y que me queda? Aprovechar cada segundo que estoy contigo, desde luego. Darte un beso, contemplar tu azulada mirada, hacer la mínima tontería y comprobar con mis propios ojos que eres feliz de estar a mi lado. ¿Como he podido lograr algo tan hermoso como tu sonrisa tan solo mostrándome como soy?
No dejo de presumir de ello porque, haber sacado esos aspectos tan desconocidos de ti es algo que me hace sentir orgulloso. Si lo pienso detenidamente nunca te habría imaginado de este modo, lo que solía pensar es que saldrías corriendo despavorido cuando yo alcanzara algo de confianza y soltara el primer terrón de azúcar de todos los que llegarían con el tiempo.
Ya sabes... no me tengo demasiado aprecio en muchos aspectos que tu ves de otro modo, hago demasiadas cosas que están fuera de mi control como algunos golpes o esas extrañas ganas de llorar que me hacen sentir el ser mas patético de la tierra. Tengo confianza en que me quieres, desde luego, pero también miedo de que te canses de semejantes imperfecciones que son mas que molestas. Quizás por eso te abrazo incluso en mi inconsciencia, para no sentirte lejos de mi en ningún instante.
Aun no me creo que alguien tan perfecto como tu se tomara la molestia de enamorarse de alguien tan imperfecto como yo.
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